Para comprender realmente la belleza competitiva del poker, es necesario aceptar el hecho de que un buen mentiroso puede ser un gran jugador de poker. Actuar como si se llevara una gran mano -o pretendiendo que no- puede significar llegar más lejos en los torneos. De manera que ser un experto en bluffear puede garantizar, al menos, un mínimo éxito. Personalmente, me encanta bluffear; provoca una agitación en el pozo y evita que la gente se haga mucha idea de las cartas que estás jugando. Si ganas una o dos manos con un bluff sólido, y tus oponentes lo saben, darás una imágen de que no te preocupa perder, y que no eres alguien que se puede correr de buenas a primeras.
¿Pero qué es un bluff o bluff? Es representar lo que no tienes, apuntando a ganar un pozo que no podrías obtener de otra manera. Hay que recordar que los bluffs deben tener sentido. Me gusta pensar que bluffear es contar una buena historia de ficción. Estoy seguro que todos ustedes podían crear una pequeña mentira cuando eran pequeños para evitar una situación incómoda, y en el poker el bluff es esencialmente lo mismo. Pero al igual que en esos tiempos felices, mentir demasiado puede traernos problemas, por lo que hay que tener cuidado.
Existen un par de tipos de bluff que puedes utilizar durante el desarrollo del juego. Está el obvio "cold bluff", donde no tienes absolutamente nada y subes y subes el pozo para asustar a todo el mundo y obligarlos a tirar sus cartas. Pero este tipo de bluff sólo sirve cuando se enfrenta a jugadores amateurs que no comprenden aún los puntos estratégicos del juego. Entre jugadores profesionales no llegarás muy lejos.
También se puede bluffear en la situación opuesta: llevas una buena mano pero juegas como si no tuvieras nada y sólo esperaras que la mesa traiga algo que te ayude. Nuevamente, esto no funcionará si no preparas una buena trampa a tu/s oponente/s. En este caso, lo que quieres es generar confianza en tus rivales para que ellos mismos se ubiquen donde tú quieres, subiéndote la apuesta.
El otro tipo de bluff es el "semi-bluff". Esto significa representar que tienes una excelente mano, cuando en realidad tienes una mano incompleta. La mayoría de las veces, tendrás unas 8-12 cartas que te darían las nuts (outs), pero por el momento no tienes nada. Manos como esas son las que hacen tan letales a los mejores profesionales agresivos. La manera correcta de jugarla es presionar mucho, tratando que los rivales tiren su mano.
Este juego es muy fuerte por dos razones: tu oponente puede foldear su mano superior; o tú puedes completar tu proyecto y ganar un pozo muy grande. Utilizo este tipo de bluff cuando sé que mis oponentes tienden a tirar buenas manos cuando se lo presiona.
Es imposible tratar aquí cada tipo de situación en la que puedes bluffear o no. Pero hay algunos detalles que es bueno tener en mente para reconocer un escenario donde es posible la táctica del bluff. Si tienes una buena lectura de tus rivales y has estado jugando en la mesa por un tiempo prudencial como para saber que son conservadores en el juego, entonces puedes bluffear mucho, porque tus rivales están buscando buenas cartas, no buenas situaciones.
En cambio, si el juego es más loose, entonces debes reducir los bluffs al mínimo, y ser tú el que espera buenas cartas.
Siempre que hagas un bluff, recuerda preguntarte a tí mismo: "¿Esto tiene sentido?" Estás contando una historia de ficción, y si no es buena, no se la creerán. Cuando más creíble sea tu bluff, más posibilidades tendrás de ganar el pozo.
Artículo patrocinado por PokerLoco
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